01359/2022
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Comparten Leonardo López Luján y Jaime Cornelio sus conocimientos en el marco
del Día Internacional de los Museos.
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Hablan, por separado, de “Los colores en el arte prehispánico” y “El universo
musical matlazinca”.
Toluca,
Estado de México, 25 de mayo de 2022. Como parte de las actividades
que realiza la Secretaría de Cultura y Turismo en el marco del Día
Internacional de los Museos, la dependencia organizó encuentros que han
enriquecido el conocimiento de especialistas y público en general, con relación
a estos recintos.
Recientemente
se llevaron a cabo dos charlas en el Centro Cultural Mexiquense de Toluca, a
cargo de los especialistas Leonardo López Luján, Director del proyecto Templo
Mayor, y Jaime Cornelio Chaparro, investigador de las comunidades matlazincas.
En el
auditorio del Museo de Antropología e Historia, López Luján, integrante de El
Colegio Nacional y de perfil arqueólogo, que ha centrado sus investigaciones en
la política, la religión y el arte de las sociedades prehispánicas del centro
de México, compartió la charla “Los colores en el arte prehispánico”.
López
Luján, quien realiza investigaciones en el proyecto del Templo Mayor, iniciado
en 1978, dio a conocer datos relevantes acerca de las esculturas polícromas que
han sido descubiertas en esta zona arqueológica, mundialmente conocida por las
investigaciones sobre el arte de la civilización mexica.
De
acuerdo con lo dicho, a través de los colores, las antiguas civilizaciones han
hecho que sus obras sean más legibles, llenas de sensaciones, símbolos y mensajes
ocultos. “A través de los colores, nos hacen sentir las cosas más cercanas y
reales”, externó Leonardo López.
Además
de compartir algunas de las vivencias que ha tenido con sus equipos de trabajo,
en el ámbito nacional e internacional, compartió el proceso que siguieron para
estudiar los colores de la Diosa de la tierra, Tlaltecuhtli, descubierta en el
año 2006, pieza a la que le regresaron sus colores -dos años después-, gracias
al trabajo de los equipos de restauradores del INAH.
“Como
estudiosos de los colores, hemos determinado que los encontrados en las
valiosas piezas están hechos de minerales diversos, como el azul maya,
elaborado con añil que aguanta y se preserva con el tiempo, el rojo, con
hematita que es óxido de hierro, el ocre con goethita que también es óxido de
hierro, el blanco con calcita, es decir, calcio, el negro con carbón, el rojo
vino con titanomagnetita. Todos estos materiales eran pegados a las esculturas
con glucosa obtenida de las orquídeas”, dijo.
Estos
colores, dijo, “nos dan resultados reveladores y nos sirven para saber quiénes
eran los dioses representados”.
Por
otra parte, en el Museo Hacienda La Pila, Jaime Cornelio Chaparro, investigador
de las comunidades matlazincas, platicó de la importancia que tiene la música
en estos pueblos originarios.
Con 20
años de trabajar en el rescate de la danza como patrimonio cultural de los
pueblos indígenas, compartió generalidades del pueblo matlazinca de San
Francisco Oxtotilpan, en Temascaltepec.
Abordó
aspectos como el papel que cumple la música al interior de esta cultura, su
cosmovisión, su gastronomía, la base de su alimentación hecha de maíz, frijol,
papas, quelites, nabos, acelgas, gallinas, guajolotes, cerdos, leche y queso,
hongos, pulque, bebida de piña, licor de sabores, tamales de ceniza y su pan
tradicional.
“Este
pueblo se encuentra dividido en siete colonias en las que se bendicen las
siembras, para lo que cuentan con un calendario de festividades de danza
enfocadas al cultivo”, detalló.
“Algunas
de estas fiestas en las que se hacen procesiones y se baila son las de Año
Nuevo, la Candelaria, Semana Santa, San José, San Marcos, la Santa Cruz, San
Isidro, Señor de la caña, San Francisco, Día de Muertos, Virgen de Guadalupe,
Niño Dios, entre otras. Las procesiones las acompañan las bandas de alientos y
se ofrecen en honor de los santos patrones”, dijo.
“He
visto el paso de distintas bandas como la Banda Matlazinca del 2000 hasta 2018,
la Banda Río Grande y la Banda Peña. Considero que aún hay campo virgen para la
musicología en el Estado de México y recomiendo que conozcan mi libro “El
universo musical matlatzinca”, editado por Porrúa”, finalizó.